lunes, 15 de junio de 2009

¡ERA UNA BALA!

¿Creen que es posible coger una bala en movimiento o es sólo tema de cuentos de ficción? Les presentamos un curioso texto donde el físico Yakov Perelman nos muestra la posibilidad de que esto suceda.

Durante la primera guerra mundial, según información de prensa, a un aviador francés le ocurrió un caso extraordinario. Cuando iba volando a dos kilómetros de altura advirtió que junto a su cara se movía una cosa pequeña. Pensó que sería algún insecto y, haciendo un ágil movimiento con la mano, lo apresó. ¡Cuál no sería su sorpresa cuando comprendió que lo que acababa de cazar era... una bala de fusil!

¿Verdad que esto recuerda los cuentos del legendario barón de Münchhausen, que también aseguraba haber pescado una bala de cañón con las manos.

No obstnate, nada imposible tiene la noticia.

Las balas no se mueven durante todo el tiempo con la velocidad inicial de 800-900 m por segundo, sino que, debido a la resistencia del aire, van reduciendo poco a poco su velocidad, y al final de su trayectoria, pero antes de empezar a caer, sólo recorren 40 m por segundo. Esta era una velocidad factible para los aeroplanos de entonces. Por consiguiente, la bala y el aeroplano podían volar a una misma velocidad en un momento dado, y en tales condiciones aquélla resultaría inmóvil o casi inmóvil con relación al piloto. Es decir, éste podría tomarla fácilmente con la mano, sobre todo con guante (porque las balas se recalietan al rozar con el aire).


Perelman, Yakov. "Atrapar con la mano una
bala disparada". En Física recreativa. Tomo I.

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