domingo, 11 de marzo de 2012

CIENCIA EN EL PERÚ


Las semanas anteriores publicamos dos artículos de Tomás Unger sobre la ciencia en los últimos treinta años. En ellos también se hacía un balance general de la ciencia en el Perú. Consideramos que el siguiente artículo complementa este balance, aunque -como lo indica el editor del diario del cual tomamos la información- hay algunas ideas y propuestas que son muy discutibles.


Ciencia y tecnología en la encrucijada


El siguiente artículo del Doctor Carlos Bustamante está vinculado con la vocación por la ciencia, aunque naturalmente sus propuestas son debatibles. Bustamante es un científico peruano muy acreditado. Formó parte del equipo mundial que en la Universidad de California hizo el mapa del genoma humano y la revista Time lo consideró el año 2001 entre los 100 investigadores más importantes trabajando en ese momento en EE. UU. Periódicamente dicta conferencias en Lima, en contacto con el Encuentro Científico Internacional y las universidades Nacional de Ingeniería y Cayetano Heredia (El editor).



Al iniciarse el siglo XXI el panorama de la investigación científica y tecnológica en el Perú se presenta incierto. Aunque a lo largo del siglo pasado iniciativas individuales de destacados investigadores sirvieron para nuclear grupos en torno a sus áreas de trabajo, estos esfuerzos se fueron debilitando por falta de incentivos de los gobiernos de turno. Esta indiferencia oficial hacia la investigación científica, casi siempre reflejó la ausencia de una visión global sobre la ciencia y tecnología en nuestro desarrollo. Consecuentemente, la carencia de una política estatal fue coherente con la falta de promoción de esta actividad.


Ciencia: ¿urgente o prescindible?

Un debate que ha copado casi todo discurso sobre ciencia y tecnología en nuestro país y América Latina durante el siglo pasado ha sido tratar de establecer si países no desarrollados como el Perú deben o no apostar por la formación de cuadros de investigación científica de competencia internacional. El argumento en contra es esgrimido por aquellos que ven la investigación como una actividad suntuaria para sociedades como la nuestra, que no ha resuelto aún sus problemas sociales básicos.


La idea implícita –nunca claramente expresada por quienes sostienen que la inversión en ciencia es una gasto innecesario– es que esta estrategia de ahorro nos llevará con el tiempo y de modo natural a la prosperidad. Una vez alcanzado el desarrollo –arguyen– éste sería la principal máquina generadora de una (entonces sí) justificada inversión en ciencia y tecnología.



Capital humano

En mi opinión, el capital más valioso de la ciencia es el humano. El individuo es el creador, el observador sutil, el que plantea las preguntas, el que formula las ideas, el que diseña los experimentos, el que encuentra las respuestas, el que desarrolla los modelos y las teorías. Ningún otro aspecto del quehacer científico se compara en importancia al de esta contribución.

Lo que nos importa en el actual contexto es la necesidad que tiene la sociedad de cultivar ese capital humano, para asegurar una fuente constante de actores en el proceso creativo del descubrimiento. Nuestros índices de preparación de estudiantes de secundaria dejan mucho que desear. Estos datos plantean, así, un reto para los programas de educación, que deben optimizar la enseñanza de la ciencia en secundaria y superior inicial.


Pero a pesar de estas deficiencias, remediables en principio, el Perú ha producido en el pasado científicos de gran renombre que han hecho contribuciones fundamentales al conocimiento universal. Baste citar al arqueólogo Julio Tello, al matemático Federico Villarreal, al médico y fisiólogo de la altura Carlos Monge, o al bioquímico Eleazar Guzmán Barrón, entre otros. Estos peruanos abrieron, en sus respectivos campos de trabajo, caminos nuevos hacia nuevas y fértiles áreas de investigación. La lista de estos innovadores, que es mucho más extensa, confirma la existencia de este esencial capital humano en el Perú y plantea, al mismo tiempo, el problema más serio para reorganizar la investigación en nuestro país. ¿Cómo incorporar ese capital y cómo maximizar sus posibilidades productivas?



El principal problema con el capital humano en nuestro país es, pues, la creación de nuevos mecanismos para su retención o re-captación y para hacerlo un capital dinámico que pueda contribuir a nuestro desarrollo.


Modelo en la coyuntura

¿Qué modelo de organización de ciencia y tecnología se puede plantear en el Perú? Ese modelo debe basarse, en primer lugar, en la calidad y la competitividad. La jerarquía en ciencia sólo puede establecerse en base al mérito. Se dirá que esta es una posición elitista. Sí, lo es. Pero hay que entender que la búsqueda de ciencia y tecnología, y la creación que estas actividades importan, son necesariamente procesos a cargo de individuos educados especialmente para la investigación. Debemos evitar el error de “democratizar” de manera demagógica la investigación académica e “igualar” a nuestros investigadores. La realidad humana, repetida en la experiencia científica de casi cinco siglos de ciencia moderna, nos enseña que en todo grupo humano y dentro del pequeño contingente que en las diferentes edades y lugares se dedicaron a la investigación, hubo investigadores excelentes, buenos, regulares y malos. Ese es el misterio de la creatividad. A falta de una teoría que nos lo explique, debemos aceptarlo como un fenómeno de la experiencia.


En segundo lugar, está claro que no podemos competir a nivel internacional en todos los campos de la investigación. La propuesta es por ello formar y apoyar pocos cuadros de investigación trabajando en áreas escogidas como estratégicas. Estos cuadros deben ser del más alto nivel, de competitividad internacional. Un área de investigación puede ser estratégica, porque es una actividad de gran interés económico para el país, o porque existe como una tradición en nuestro medio y por ende ya tenemos el capital humano capacitado. Estas propuestas requieren de una política nacional sobre ciencia y tecnología. Ese es el reto para nuestros gobiernos y para los políticos que aspiran a ese gobierno.



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Carlos Bustamante. Howard Hughes Medical Institute, Departamento f Physics, Departamento f Chemistry and Departament of Molecular and Cell Biology, University of California, Berkeley.


Artículo publicado inicialmente en la revista Unodiverso. Ciencia, Tecnología y Sociedad. Nº 2, CONCYTEC, enero 2006.

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Tomado de Vocaciones (suplemento del diario

La Primera), Año 2, Nº 9, enero 2010.



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