lunes, 15 de febrero de 2010

POESÍA Y POLÍTICA

Algunos especialistas en Filosofía Política y otras disciplinas afines a esta afirman que toda acción y expresión humana es política; que ningún ser humano deja de participar en política. Es más, afirman que la política es la expresión de la relación existente entre las clases sociales de la sociedad. En este sentido, expresiones como el arte, la literatura, entre otras, tampoco pueden dejar de ser políticas. "No hay poesía que no sea política", menciona, por ejemplo, el poeta Eduardo Chirinos. A propósito de esto último, veamos a continuación el caso de dos poetas, cuyas obras han sido consideradas abiertamente como políticas: Rubén Darío y Dante Alighieri.



DARÍO Y ROOSEVELT


Entrevista al poeta Eduardo Chirinos sobre el poema que Darío dedicó a Roosevelt.

¿Qué significado tiene ese poema?
Siempre me ha parecido excesivo indagar sobre el "significado" de los poemas. A veces dudo de que tengan alguno, pues si, efectivamente, lo tuvieran, se agotarían una vez que lo descubriéramos. Prefiero pensar en los poemas como puertas abiertas, o, si prefieres, como preguntas por hacerse y rehacerse. En el caso particular de este poema de Darío lo que inquieta es el modo de los contenidos (la presencia amenazante de los Estados Unidos, el desamparo de América Latina y España ante la modernidad, la herida narcisista causada por la apertura del Canal de Panamá) asumen la forma particular que le dio Darío.

¿Por qué el caligrama perdido?
Si lo miras bien (y digo miras literalmente), verás que la forma en que está organizado el poema, dibuja en sus contornos el litoral americano. Se trata de un caligrama cartográfico que denuncia en su NO central, el corte de Panamá.

¿Se trata de una distinta lectura?
A más de cien años de ser escrito, las lecturas abundan. Hay páginas excelentes dedicadas a este poema: las de Octavio Paz, las de Pedro Salinas y, más recientemente, las de Jaime Concha. Todas muy interesantes, perspicaces y enriquecedoras. Pero nadie se había detenido a mirar el poema. Y para mirar hay que dejar de leer. Al menos por un instante.

¿Qué relación hay entre poesía y política?
No hay poesía que no sea política. Todas, hasta la más intimista, se inscribe en el proyecto de su época, y podría reconstruir un sistema político una vez caducado. De lo que se trata es de saber leer en poemas que no necesariamente enuncian lo político, el síntoma que socialmente nos define.

¿Tiene vigencia la poesía de Darío?
Darío es de esos poetas que uno nace escuchando en casa: mi abuela solía recitarme poemas suyos de memoria, y en la escuela eran de lectura obligatoria para eventos cívicos y amorosos. Quiero decir que hay un Darío popular cuyos pies de barro son los primeros en caer cuando se accede a poetas como Vallejo, Neruda y Borges... para descubrir después que sin Darío nunca hubiéramos tenido a Vallejo ni a Neruda ni a Borges. No sé si los más jóvenes lean hoy a Darío. Sé que es un poeta al que es fácil de admirar y querer. Y no siempre se quiere a quien se admira.


"Darío y Roosevlt". En La Primera
(Lima-Perú), 12.01.08.






DANTE, EL POLÍTICO INGENUO

Entrevista a Joaquín Barceló sobre la Divina Comedia.

Hace 700 años, Dante Alighieri (Florencia, 1265 - Rávena, 1321) se sentó a escribir "La divina comedia", una de las obras máximas de la literatura universal producida en Europa durante la Edad Media. En Lima, la Universidad del Pacífico ha tenido la iniciativa de organizar un ciclo de conferencias y muestras sobre la obra y la figura del célebre poeta italiano, y entre los especialistas invitados a la dantesca cita destaca el prestigioso intelectual chileno Joaquín Barceló. En su conferencia, Barceló ofreció una visión de "La divina comedia", en que puso la lente en la política de su época. Especialmente, las pugnas entre güelfos y gibelinos, las dos principales fuerzas políticas de ese entonces, así como la concentración entre la Iglesia y el Estado, y, sobre todo, la mezcla existente entre actividades terrenales y espirituales. "Dante es un previsor del futuro -señala Barceló- porque en su obra él preconiza la división entre el Estado y la Iglesia. El discurso de Dante fue revolucionario para los tiempor en que los papas coronaban a los emperadores", explica.

Es curiosa la trayectoria política de Dante. Comenzó siendo de los güelfos, luego fue gibelino y después aborreció a ambos grupos. ¿A qué respondían estos quiebres?
A los desengaños sucesivos. Dante era de familia güelfa, partidario del poder político de la Iglesia, pero fueron ellos mismos los que se dividieron y manejaron mal la política florentina. Dante se decepcionó de los güelfos y se acercó a los gibelinos. Y también se apartó de ellos. En realidad, ambos partidos ya no peleaban entonces por ideales, sino por intereses particular
es y mezquinos. Luchaban uno contra otro de forma muy violenta, muy poco noble y sin un ideario digno de respeto.

¿Cómo cree que ha variado las lecturas de Dante en los últimos tiempos?
Hay ahora una mayo comprensión de la obra de Dante, más aunténtica, porque reconocemos su carácter objetivo y su rechazo a la subjetividad. Por ejemplo, en "La divina comedia" aparecen los espíritus de dos monjas, cuyos parientes las sacaron a la fuerza del convento para que se casaran por razones políticas. En el Paraíso ellas tienen menos gloria, porque sus vot
os quedaron interrumpidos. Uno podría preguntarse qué culpa tenían ellas, pero para la mentalidad objetiva de Dante, en sus vidas hubo una falla, una mancha: no cumplir a cabalidad con sus votos.

Si trasladamos esa mentalidad objetiva a la política, nos damos cuenta de que Dante fue especialmente sectario... Pensaba en la unificación de Italia, no importaba si esta se lograba bajo el poder del emperador alemán, por ejemplo. El fin justificaba los medios...
Sin duda esa frase no fue invento de Maquiavelo, quien supo verlo siglos después. Maquiavelo no tenía ninguna ingenui
dad. En cambio, Dante era un ingenuo en materia política. Para él, el mayor enemigo de la justicia era la codicia, cosa que posiblemente sea verdad. Entonces propone que la única forma de exterminar la codicia del mundo es mediante un emperador que tenga poder sobre todo el mundo, que lo posea todo, para que para el resto de hombres no haya nada para codiciar. Lo cual es imposible.




Planas, Enrique. "Dante, el político ingenuo".
En La República (Lima-Perú), 17.06.10.


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